El río Cádavo se desbordó a media mañana, pese a los trabajos de prevención y la vigilancia de los servicios de emergencia. Los municipales se vieron obligados a cerrar cuatro calles (Cadábo, San Salvador, Rua Baixa y la paralela a la calle San Esteban) y trataron de contener con sacos de arena el agua que en algunas vías alcanzó una profundidad de más de 30 centímetros.
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