De los 5.000 empleados de los astilleros gallegos, más de la mitad proceden de otras compañías
El grupo Navantia gasta más dinero en Ferrol-Fene en subcontrataciones que en mantener a su plantilla de 2.200 trabajadores. Este dato es demoledor para los representantes de los empleados y deja claro, según ellos, que los errores de gestión se mantienen a pesar de las críticas de los últimos meses.
El pasado mes de julio, Aurelio Martínez, hasta entonces presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), se convirtió en el nuevo presidente de Navantia en sustitución de Juan Pedro Gómez Jaén, al frente de la compañía desde 2004. Martínez ya visitó los astilleros de Ferrol-Fene y les garantizó a los trabajadores que tanto las instalaciones como la plantilla eran competitivas. El problema, para los empleados, sigue siendo la gestión de la Sociedad Estatal de Participaciones Indistriales (SEPI).
“Las decisiones se siguen tomando desde la sede central de Navantia, en Madrid, tanto en lo relativo a personal como en el capítulo de pedidos”, aseguró ayer un representante sindical de los astilleros a Xornal de Galicia.
Tal y como adelantó este periódico el pasado mes de julio, Navantia prescindió en los últimos tiempos de varias compañías auxiliares locales –alguna de ellas con décadas de antigüedad–, apostando por otras filiales de grandes grupos de servicios como ACS y Accciona.
Debido a este tipo de movimientos desde la cúpula de la compañía en Madrid, en Ferrol se han perdido en lo que va de año unos trescientos puestos de trabajo. Una de las afectadas fue la firma Lorente, encargada de la limpieza de los astilleros desde hacía cuarenta años.
INCREMENTO
El problema, según los empleados, es que las subcontratas se han incrementado demasiado y los gastos en este capítulo se han disparado. “En los costes generales de la plantilla se incluyen otras partidas, algo que no pasa en las subcontrataciones, y aún así ya se invierte más en este tipo de vinculación con la empresa”, sostienen fuentes sindicales.
A pesar de la buena impresión que les causó Aurelio Martínez en su primera visita a Ferrol-Fene, los trabajadores aún no han recibido ningún tipo de promesa en torno a una mayor independencia y autonomía de los astilleros, algo muy demandado para ganar agilidad en la gestión.
La decisión de centralizar todos los pedidos de piezas y material desde Madrid provoca que, en ocasiones, haya retrasos de más de dos meses, lo que frena los tiempos de producción. “Las direcciones de ingeniería, de compras, el área técnica... todo se gestiona desde allí, lo que complica los procesos”, añaden las mismas fuentes.
El malestar de la plantilla con la SEPI es evidente. Los empleados con más años de antigüedad consideran que su presidente, Enrique Martínez Robles, no aplica criterios de eficiencia y productividad a la actividad diaria de los astilleros: “No entendemos cómo partidos como el PP no ponen el grito en el cielo y protestan por esta situación, la preocupación del sector es máxima. Ahora mismo, hay trabajo para los dos próximos años, pero como las cosas sigan así, ¿después qué va a pasar?”.
Más de 75 millones de pérdidas en dos años, según los datos de la SEPI
Las pérdidas acumuladas del grupo Navantia entre los años 2008 y 2009 superarán los 75 millones de euros, según la previsión adelantada recientemente por el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Enrique Martínez Robles.
Navantia cerró el año pasado con unas pérdidas de 51 millones de euros, cuando las previsiones iniciales eran las de ganar 10,2 millones de euros. Este año, el resultado negativo será de entre entre 24 y 26 millones de euros.
Según la información aportada hace días por el holding público SEPI, uno de los motivos que explican las pérdidas del ejercicio es el modelo de presupuestación del grupo naval, en el que se utiliza un procedimiento contable de avance de obra que contabiliza las ganancias en la misma proporción en la que avanzan los proyectos. La opinión de los trabajadores es muy diferente, ya que insisten en los problemas políticos y de gestión que han sufrido los astilleros.
Junto a esto, y tras las diversas reestructuraciones del grupo durante los últimos veinte años, Navantia ha elevado su dependencia de las industrias auxiliares y se ha visto afectada por un entorno internacional de caída de pedidos en el sector naval, siempre según la versión ofrecida por la dirección de la SEPI.
MITAD DE PEDIDOS
Las empresas europeas del sector, señala la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, solo han conseguido en el primer semestre de 2009 la contratación del 8% del mercado mundial, que a su vez ha registrado la mitad de pedidos que en el mismo periodo de 2008, cuando ya se registró un descenso considerable con respecto a 2007.
En los seis primeros meses del año, Navantia solo contrató siete barcos y, según el presidente del holding público, Enrique Martínez Robles, la situación del grupo es “complicada en el mercado civil y en el militar”, debido a los “problemas presupuestarios en España y en los demás países europeos o americanos” que pueden ejercer de clientes. En cuanto a la actividad de reparaciones, Navantia cuenta con un porcentaje de ocupación del 95% en Ferrol, Cádiz y Cartagena.
Fuente: Xornal de Galicia
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