sábado, 20 de diciembre de 2008

Traballo ve indicios de fraude en el ERE presentado por Eshor



La Xunta envía al juzgado de lo social de Ferrol la documentación recabada

Fuente: La Voz de Galicia


La Consellería de Traballo suspendió el expediente de regulación de empleo (ERE) con el que la constructora fenesa Eshor pretendía despedir a 150 trabajadores al detectar «indicios de fraude, dolo, coacciones ou abuso de dereito», según informaron ayer fuentes oficiales. Ahora será el juzgado de lo social de Ferrol el que decida si el expediente extintivo continúa su curso o si finalmente se deja sin efecto. La delegación provincial en A Coruña de Traballo comunicaba ayer la decisión, apurando hasta el último día el plazo para hacerlo, y remitirá a la sala ferrolana la documentación recabada en la que se basó la decisión, entre la que se encuentran denuncias sindicales y también un informe de Inspección de Trabajo.
El ERE fue presentado el pasado 5 de diciembre, después de que la medida fuese pactada por la dirección de la empresa y los miembros del comité, en el que están representados UGT, CC. OO. y CIG. Los dos últimos rechazaron, a través de sus federaciones de la construcción, la medida por considerarla un despido masivo encubierto y trataron de frenarla en Traballo. La CIG compareció en el procedimiento en contra del ERE en representación del único delegado que votó en contra. Ayer, el secretario comarcal de la CIG, Xesús Anxo López Pintos, desgranaba las «irregularidades» de la empresa aportadas a la Xunta. Considera que hubo «fraude» en la elaboración del ERE porque, afirma, se realizó sin someterlo a la decisión de los trabajadores; también porque en la relación de afectados se encontraban al menos una treintena de trabajadores contratados cuando ya se negociaba el ERE. Argumentan también los beneficios de cinco millones de euros del pasado año y la percepción de subvenciones del Plan Ferrol para un nuevo proyecto que crearía cuatro empleos.
Eshor, que cuenta con 342 trabajadores -aunque empezó el año con 600 operarios, buena parte de ellos inmigrantes- no quiso pronunciarse ayer.

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